May 20, 2011

Yo no quise lastimarte,
solamente te dije que no.
No estarás acostumbrado
a sentirte rechazado,
ok, perdón, fue sin querer.
Yo no quise caminarte
y llegó el momento de correr.
Hay que salvar el alma
pero con calma vas a poder.
Donde lloran las gaviotas
vamos juntos a llorar.
No te preocupes, no se te nota
que no sabés encajar.
Supongo que dolió un poco
si fue la primera vez,
pero hay que ser fuerte
contra la corriente también.
Cuántas veces me dijeron que no
a mí, y sobreviví.
Dame la mano y vení
que te enseño a perder.
¿ Por qué, por qué te pusiste así ?
La próxima vez te digo que si.
Igual somos amigos
porque para enemigos
hay un montón de gente.


Duele perder personas que uno sentía cercanas, fieles, incondicionales, únicas. Hoy me duele darme cuenta que lo perdí a él, al amigo que siempre me escuchó, me levantó el ánimo, que nunca me faltó, que pese a todas mis cagadas siempre estuvo ahí para mí. Entiendo también cuáles fueron mis errores irreparables, los que me llevaron a que esto pase, y no me enorgullecen. Se que las excusas que pueda llegar a dar para explicar por qué en su momento actué como actué son y van a ser siempre insuficientes, pero espero que, pese a todo, sepa que lo último que pretendía era que esté mal y que terminarámos así: a años luz de distancia.
Ojalá de verdad esto sea como él me dijo, un paréntesis que se vaya cerrando... Dudo que así sea pero me encantaría algún día poder volver a ser lo que fuimos, o por lo menos no ser esto de ahora en más.
¿Consejito práctico para la vida? 
Piensen dos veces antes de hacerle caso a un impulso que involucra a alguien que de verdad les importa, piensen dos veces antes de dar por sentado lo que piensa otra persona o lo que puede llegar a hacer, piensen dos veces en lo que vale un amigo, no uno cualquiera, sino uno de esos que aparecen una o dos veces en la vida, y sobre todo piensen doscientas cuarenta y cinco millones de veces que cuando se lastiman los sentimientos de una persona en la gran mayoría de los casos (por no decir en todos) son imposibles de reparar. 
No hay perdones que alcancen en esos momentos, ni tampoco los hay ahora.
POR FAVOR QUE SEA UN PARÉNTESIS. Te voy a extrañar... y lo triste es que nunca vas a saber cuánto. 

No comments:

Post a Comment