August 17, 2011

Todo tiene un límite, una fecha de vencimiento, un punto final, una gota que rebalsa el vaso. El problema está, creo yo, cuando uno le hace la vista gorda a los tan famosos y tan temidos "inicios del final". Los tiene en frente, los saluda con cortesía y los despide por la puerta trasera. Vos lo viste, él lo vio, todos lo vieron, pero lo echás por la puerta de servicio. "Ya está, ya pasó, ya se fue", pero no te lo olvidás. Y sabés que como vino ese van a venir más. Vos lo sabés, él lo sabe (¿él lo sabe?), todos lo saben, pero es más fácil el borrón y cuenta nueva. Y después de todo... es tu vida, ¿no? ¿Quién dijo que no se puede trucar el "ojos que no ven, corazón que no siente"? Si yo no quiero, no veo. Si yo no quiero, no siento. Es casi como un derecho, ¿no es así? Es mi mundo, mi realidad, elijo, DECIDO, qué forma parte de ella y qué no.
Y no te la crees ni vos. Porque vos misma no podés negarte la paranoia, los nudos en el estómago, el insomnio, la duda, la sospecha, el añorar lo que fue y no valoraste, la esperanza de que pase lo que sabemos imposible. "Siempre puede ser peor". Arriba de nuevo. Casa de nuevo, amigas de nuevo, celular de nuevo, familia de nuevo, computadora de nuevo, calle de nuevo, puchos de nuevo, caminar de nuevo, colectivo de nuevo, charla de nuevo y, obviamente, como sabías que iba a pasar: crisis de nuevo.
Te cansás de tu propia voz, de tus propias palabras, de vos. De tus actitudes, tus modos que no cambian, de SUS modos que no cambian, y de nuevo las mismas frases: 
¿Cómo pude ser  tan boluda? Explicame. ¿Cómo caí yo en esto? No aprendí nada, NO APRENDO NADA. Pasa el tiempo y sigo siendo la misma tarada de siempre, ¿me resetean a la noche o qué onda? 
Y de repente y sin saber cómo, pasás del mea culpa a la versión patética de vos misma: 
Sabés que pasa, que yo lo amo, no lo quiero perder, no lo voy a dejar. Mirá si me pierdo de estar con la persona que soñé toda la vida, yo puedo soportar esto, ES MÁS, puedo soportar esto y mil cosas más (Y dale con el Corintios 13). Nono, ya se lo que tengo que hacer, yo le tengo que demostrar que lo amo, que no hay nada más que él, y tarde o temprano va a andar todo bien. Y si no, no importa, por lo menos yo voy a saber que no me dí por vencida, que luché y perdí pero sin haber abandonado.
Qué se yo, querida... No puedo aconsejarte, el espejo tiene una sola cara: la mía y la tuya. Te deseo suerte.




1 comment:

  1. Me presento..
    Soy Nicolás y usted me cae muy bien. Lamentablemente no la conozco pero he leido la entrada y me hizo recordar un poema de Farny que postee hace un tiempo y queria compartirlo con usted, si no le molesta.

    Para todo hay un margen, vida mía,
    un limite seguro, una frontera
    inevitable, mágica, certera
    mas allá del dolor o la alegría
    Existe un claro umbral en la agonía
    y un borde para el llanto y en la espera
    todo invierno se vierte en primavera
    y en sombras desemboca todo día
    Como en cenizas la pasión convierte
    esto de tenerme y no tenerte
    y en la diaria fatiga de esperarte
    voy aprendiendo, amor, a ser tan fuerte
    que a fuerza de dolerme y no dolerte
    voy aprendiendo a no necesitarte.




    Beso y abrazo. Cuidese!

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